viernes, 7 de septiembre de 2012
UNA FASE REALMENTE ILUMINATIVA
Como representante
del CMS de Europa he tenido la suerte de poder participar en la Fase
Iluminativa del XX Capítulo General de las Carmelitas Misioneras, junto con
Cruz el representante por América y Verónica la representante de Asia. El lema de esta fase iluminativa ha sido:
“Impulsadas por el Espíritu a vivir la fraternidad como signo profético y
compromiso de comunión”. Doy las gracias a Dios y a la congregación de
Carmelitas Misioneras por esta oportunidad y a vosotros por haberme elegido
para representaros. Tras el importante esfuerzo que me supuso preparar el
informe de Europa, he de reconocer con sinceridad que estos días han sido para
mí de mucha luz.
A nivel personal, he recibido una llamada
fuerte a la conversión personal, a trabajar sobre las incoherencias que impiden
la acción de Dios en mi familia, amigos y trabajo.
He vivido y sentido una fraternidad real entre las hermanas carmelitas misioneras,
sintiéndome “como en casa” y olvidándome de que estaba participando en un
“Capítulo General”, dónde están las provinciales de todo el mundo. Han sido para
mí un testimonio comunitario del carisma de comunión, haciéndome sentir
orgullosa de poder pertenecer a esta familia carismática y con el deseo de que
en nuestros grupos del CMS también se viva con intensidad la fraternidad. Me
vengo a España diciendo: ¡mirad cómo se aman!
Ha sido una riqueza
el poder compartir con Cruz y Verónica, a través de los cuales he conocido mejor la realidad del CMS en América
y en Asia. Este encuentro y la amistad que ha surgido entre nosotros, va a facilitar el compromiso para una mayor
comunicación del CMS a nivel internacional.
Los temas de la
fase iluminativa, que realmente me han gustado, la mesa redonda y el que en el
diálogo alguna hermana que haya compartido conmigo su experiencia misionera, me
han clarificado lo que es la misión y dado pistas de cómo podría yo concretarla.
Espero de este
Capítulo General una fuerte apuesta por realizar un camino compartido con el
CMS y un discernimiento claro de cual debe ser hoy en día nuestra misión como
Familia Carismática en medio de este mundo globalizado.
¡Que el Espíritu nos
siga acompañando!. En el próximo encuentro del CMS de noviembre compartiré con
vosotros todo lo vivido estos días.
Un abrazo muy
fuerte de todas las hermanas allí reunidas, de Cruz, de Verónica y por supuesto
mío!
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